EL VINO POR LOS SUELOS
- Mario González.
- 9 abr 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 27 may 2020
¿Quién no ha oído hablar del Terroir de los vinos?. Desde hace tiempo se busca la relación que existe entre el suelo y las características del vino obtenido de esas parcelas. De hecho, cada día cobra más importancia este concepto y denominaciones como D.O.Ca Rioja ya tiene dentro de su normativa vinos calificados como "viñedo singular", "vinos de municipio" y "vinos de zona" buscando la singularidad y la calidad por encima de todo. La variedad de suelos en nuestro país es muy amplía, es cierto, pero hoy quiero acercarte a los suelos más singulares de nuestra geografía.

1 - LLICORELLA
Priorat es, junto con Rioja, la única denominación de origen Calificada de España.
En los últimos años ha sabido escalar posiciones llegando a ser, hoy en día, una denominación reconocida a nivel mundial y esto es debido a uno de sus grandes pilares: el terroir.
Situada en el centro de Tarragona, Priorat tiene el 100% de su territorio catalogado para la plantación de viña.
Con un paisaje inalterado durante siglos, de color negro, algo agreste, pero de gran valor vitícola, los vinos de Priorat, son vinos nacidos de la Llicorella.
Estos suelos de pizarra son suelos sin materia orgánica, que no retienen agua y que mantienen la temperatura por las noches (apenas se enfrían). Por estos motivos las cepas deben crecer en profundidad, buscando nutrientes e hidratación.
Los vinos de esta denominación presentan capas altas y tienen una fruta negra marcada, mucho cuerpo y tonos minerales que dan complejidad y mucha personalidad. Saber mirar al suelo, ha sido y será, sin duda, su gran éxito.
2 - ALBARIZA
Partimos ahora hacia el sur para llegar al Marco de Jerez, un paisaje de blancas llanuras y lomas suaves compuestas por tres suelos: barros, arenas y su particular albariza (nombre que hace honor a su color blanquecino).
Hace siglos, en el Oligoceno, el Marco de Jerez era un mar interior que terminó desapareciendo con el paso de los años. La sedimentación de sus algas producida durante décadas en esas aguas dio lugar a este preciado terreno.
Este suelo tan característico, con pH entorno a 7,5 – 8, es roca marga blanca y orgánica formada principalmente por carbonato cálcico, arcilla y sílice y tiene una estructura hojaldrada o grumosa. Es una tierra muy apropiada para la producción de uvas destinadas a la elaboración de los vinos de Jerez. Posee una alta capacidad de retención de agua, permaneciendo durante el verano seca en la superficie, pero húmeda a varios metros de profundidad.
En estos suelos, característicos también de Montilla Moriles, las raíces de la cepa se desarrollan en los primeros setenta centímetros de profundidad, aunque la raíz principal puede llegar hasta los 4 metros.
Aquí el terroir marca la diferencia: los vinos de mejor calidad son los elaborados precisamente con uva de cepas situadas en terrenos de albariza.
Por este motivo los viñedos se clasifican en dos tipos bien diferenciados:
- Viñedos de Jerez Superior: situadas en pagos de albariza,
- Viñedos de Zona: emplazados, por tanto, en pagos de arena o barro.
Los vinos de Jerez son vinos complejos, con un sistema de elaboración único en el mundo, el de criaderas y soleras, sin añadas y de reconocimiento mundial, donde el suelo tiene, también, un papel protagonista.
3 - SUELOS VOLCÁNICOS
Es momento de irnos a las islas afortunadas: las Islas Canarias, y es que, en las laderas del Teide, el pico más alto de España, también se elabora vino.
Este tipo de suelo presenta un alto contenido de minerales y una porosidad elevada, lo que permite un buen acopio de agua, ideal para un clima de marcado carácter subtropical. Son ricos en micronutrientes, oxígeno y potasio y pobres en nitrógeno y fosfato. Al ser suelos muy porosos permiten a la vid aprovechar muy bien todo lo que ofrecen.
Los vinos obtenidos en estas zonas tienen una alta salinidad y recuerdos minerales y ahumados. Son vinos capaces de soportar largas crianzas y se presentan con un perfil con personalidad propia y diferentes al resto de los vinos de nuestra geografía.
4 – SUELOS GRANÍTICOS
Aunque se trata de un suelo que podamos encontrar en varias regiones, si pensamos en granito pensamos en Rías Baixas: una denominación que mira al Atlántico.
Estos suelos permiten irradiar mucho calor durante el día y se enfrían rápidamente por la noche. Estos dos factores permiten obtener una buena cantidad de azúcares en la uva por el día mientras que se conserva la acidez.
Sus suelos graníticos no son sólo útiles para obtener vinos con marcados matices minerales y acidez expresiva, sino que es utilizado además para sus plantaciones en emparrado, con grandes postes graníticos que alejan la uva de la alta humedad existente en el terreno.
Y dando una vuelta de tuerca más, también se está usando ya para la elaboración. En noviembre del 2008 Bodegas Torres da a conocer el primer vino elaborado y criado en depósito de granito gallego en tres depósitos ovoides con 735 litros de capacidad.
5 - SÁBREGO
Esta vez el viaje es mucho más corto y nos quedamos en Galicia y aunque se trata de un suelo característico de Ribeiro también puede encontrarse en Monterrei.
El suelo Sábrego, que en gallego significa “arena gruesa de granito” es un suelo granítico descompuesto con el paso del tiempo por los agentes meteorológicos dando lugar a suelos arenosos.
Este tipo de suelos permiten muy buen drenaje, ideal para las altas precipitaciones de la zona, aportando complejidad y mineralidad a sus vinos. Además, los pHs de estas zonas son mucho más bajos que los de la mayoría de nuestro país, lo que hará que los vinos presenten acidez y frescura.
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